Con el movimiento #MeToo,
organizado para denunciar casos de acoso sexual tras el escándalo de Harvey
Weinstein, se ha puesto de manifiesto los casos de acoso sexual en la industria
cinematográfica, pero se ha extendido a todos los ámbitos del mundo laboral
femenino.
Es un buen comienzo, pero no es suficiente.
Por desgracia, todavía queda
quien se mofa de las víctimas de este tipo de violencia machista, es un
colectivo muy incomprendido, incluso por
las propias mujeres. En una ocasión yo misma me encontraba en una cafetería,
cuando escuché que en la mesa de al lado un grupo ridiculizaba a una víctima cuya denuncia había
aparecido en un artículo de prensa. Dado lo ofensivo que me resultó la actitud
insensible de este grupo, cuando terminé y me dispuse a salir de la cafetería,
no pude evitar acercarme a su mesa y decirles: "¿Por qué os reis? ¿A
vosotros no os ha pasado verdad? Esa persona se merece un respeto, espero
sinceramente que no tengáis que pasar nunca por esa situación". Aunque mi
comentario fue sereno, todos quedaron con cara de estupefacción, y antes de que
pudieran responderme me fui. La verdad es que no quería iniciar un debate, solo
hacerles recapacitar sobre su actitud machista, sobre todo a las mujeres de la
mesa, en esta travesía todas estamos en el mismo barco.
Es un buen comienzo, pero no es suficiente
Yo sabía muy bien de lo que hablaba,
sé que es muy importante recopilar información desde el primer indicio, se lo difícil
e importante que es identificar lo que está ocurriendo y se lo difícil que es
tomar las decisiones adecuadas, y lo difícil que es no culparte a ti misma. Pero
no reaccionar a tiempo supone terribles consecuencias psicológicas para la
víctima, por lo que debemos compartir la información que tengamos para
disminuirlas, y no tener miedo de hacerlo. Eso es lo que yo pretendo a través
de este medio.
Debemos ser conscientes de que el
acoso sexual no es un juego, es un delito. De hecho, no precisa continuidad, un
solo episodio es suficiente para que sea un delito, pero continuará
repitiéndose si no le ponemos freno.
Un acoso sexual, no es más que un
paso más del acoso moral. Se trata de una relación de poder, no es un cortejo,
ni siquiera tiene como objetivo obtener favores sexuales sino el sometimiento
de la víctima.
Si eres víctima de un acoso sexual no hay una forma correcta de actuar,
ni de evitarlo, porque: Si te niegas,
serás castigada por tu agresor con nuevas agresiones, intentará humillarte, descalificarte,
desacreditarte, aislarte y, créeme, lo logrará. Basta con inducir la duda en la
cabeza de los demás. Pero, ¿qué pasa si accedes? Si lo haces una vez nunca más
podrás negarte, porque tu agresor dirá que eras tú quien le ha provocado,
puesto que consentiste, incluso que lo incitabas.Si decides negarte, prepárate para ser descalificada, difamada y aislada como forma de presión. Al acosador le resulta fácil humillar a la víctima, Cuantas veces no habremos escuchado: "Esa ha llegado donde está a base de polvos". Por lo que el acosador solo necesita sembrar la duda sobre la víctima para que el grupo la juzgue y la presione, el comportamiento de los compañeros de trabajo actúa como medida de presión.
La víctima se encontrará aislada, nadie querrá ayudarla. Quienes la
crean porque no querrán sufrir represalias por ayudarla y quienes no la crean
porque consideran que está provocando la situación y que no merece ninguna
ayuda.
La amenaza del desempleo provoca el silencio de las víctimas,
disuadiéndola de buscar ayuda fuera de la empresa. Esta es la mayor baza del
acosador.
Ante estas denuncias la empresa suele responder que no existen pruebas
de ese acoso, e incluso puede emprender medidas disciplinarias contra el
denunciante, que pueden llegar a suponer su despido. La empresa, una vez has
sido estigmatizada por el grupo, puede considerarte el origen de la tensión
laboral y por lo tanto la persona de quien deben prescindir.
De forma más habitual de la que sería deseable el acoso sexual
continua con un acoso moral y, finalmente, con el despido de la trabajadora. Por
ese motivo es sumamente importante un asesoramiento legal de calidad desde el
primer momento; porque, no te engañes, no se le va a pasar con el tiempo, puede
que se entretenga acosando a otra, pero volverá y puede durar años.
Hay mucho por hacer, mucho por
cambiar y el movimiento #MeToo me parece un magnífico comienzo.